viernes, 3 de julio de 2009

la anti democracia que nos toca a todos...

Cuando creímos que ciertas decisiones políticas no eran posibles, nos encontramos con el golpe cívico militar en Honduras, esto nos lleva a hacer diferentes análisis que tienen como respuesta diferentes variantes.
No solo era impensado, sino que hubiera sonado a locura creer que las elites centroamericanas, sudamericanas o norteamericanas pensarían en tomar el poder de un país a la fuerza a través de las armas como lo hicieron en los años 70, ahora bien, quienes son estas elites que toman este tipo de determinaciones, aquellas minorías que tienen la mayor concentración económica y sienten que con algunas decisiones políticas tomadas por mandatarios votados por el PUEBLO absolutamente necesarias para que la sociedad y sus mas necesitados puedan simplemente SOBREVIVIR, COMER TODOS LOS DIAS, estos sectores ven que ciertas decisiones (la mejora del salario mínimo vital y móvil, el derecho a comer todos los días, el derecho a tener una justicia independiente, y la posibilidad de votar a quienes ellos creen que son los que los representan) van en contra de sus intereses y manejos autoritarios de la política, es por ello que en convivencia con los militares y empresarios usureros planearon este golpe de estado, la falta de libertad, la desigualdad, la poca oportunidad para el hijo pobre y la sobra de oportunidades para el hijo adinerado, es el sistema perverso que están tratando de instalar en nuestro hermano país de Centroamérica, ahora bien, nos preguntaremos dentro de la miseria humana que existe y es inevitable ¿en que nos perjudica a nosotros?, es ahí donde ciertas cosas debes entender para después poder opinar y dar una opción a un fundamento distinto:
Dejar pasar este crimen cometido por la derecha de ese país en convivencia con los militares, no solo marcan un precedente de aceptar un gobierno de facto, sino que se esta mostrando que aquel político que no comparte ciertas cosas con los sectores mas poderosos puede ser DERROCADO, que si golpeas a la clase trabajadora esta bien, pero si golpeas a la clase empresarial, no gobiernas, y esto nos pasa en todo America no podemos aceptar las desigualdades y tampoco callar cuando alguien las lucha y es derrocado, porque aceptarlo o callarlo es perder la batalla.
Un presidente votado por la mayoría que es a la madrugada secuestrado de su propia casa, llevado en ropa de cama hasta el aeropuerto y dejado en un país vecino como paso en este país no solo es un crimen es también un mensaje, un mensaje al mundo, que se lee como “el que no hace o dice lo que decimos o hacemos nosotros es echado del país como el peor de los traidores”, la falta de respeto a la institucionalidad cometida es una falta de respeto al pueblo que los vota, y como militante político no puedo permitir, callar ni dejar pasar, porque si lo hago en cierta manera soy cómplice de ese pensamiento.
Debemos denunciar, gritar, marchar y darle la importancia que se merece este maléfico acto para que retrocedan en esta decisión, no importa tu color político o el del presidente destituido lo que importa es la libertad, que no solo no pase en Honduras, sino tampoco en Perú, ni Chile, ni Uruguay ni Paraguay ni Colombia ni Argentina ni Bolivia ni Venezuela ni Brasil, que en ningún lugar del mundo gobierne gente que no fue votada por su pueblo le guste o no a quien sea.
Es por eso que no solo repudio este acto sino que marchare lo que sea necesario exigiendo la libertad de Honduras, porque este, somos todos hoy este país puede ser el tuyo, el mío, el de el, el de aquel y el de todos los habitantes que habitan este planeta.


Javier Gauna